Lord Byron, el "corsario" romántico.

Es reconocido como uno de los mayores representantes del romanticismo inglés y antecedente de la figura del poeta maldito. Su talento poético, personalidad, atractivo físico y escándalos personales le hicieron ser en vida una verdadera celebridad de la época. Su padre murió cuando Byron era todavía un niño de tres años. Serían su madre y una institutriz la que se ocuparían de criarlo y educarlo. Pronto se convertiría en la viva imagen del Romanticismo: rebelde, excesivo, orgulloso y comprometido socialmente.
Desde muy temprano mostró inclinación hacia los más desfavorecidos; marginados, desheredados o miserables como los corsarios (tipo de individuo marginal al que dedicaría una de sus obras más conocidas, El Corsario. Publicada en 1814, es una de las obras modelo de la corriente romántica.)
Esta actitud defensora de los más débiles se plasmaría frecuentemente en sus obras.
En 1816 abandona Inglaterra camino de Italia, lugar en el que entablará una amistad con la prestigiosa novelista y dramaturga Mary Shelley.
Su compromiso social y su carácter rebelde y renuente le llevará a alistarse en el ejército griego para combatir contra los turcos por la independencia de Grecia. Poco después perdería la vida en la batalla de Mesolongi.
Fragmento de El Corsario

sobre las pardas ondas turbulentas,
son nuestros pensamientos como él, grandes;
es nuestro corazón libre, cual ellas.
Do blanda brisa halagadora expire,
do gruesas olas espumando inquietas
su furor quiebren en inmóvil roca,
haced nuestro hogar y nuestro imperio. En esa
no medida extensión, de playa a playa,
todo se humilla a nuestra roja enseña.
Lo mismo que en la lucha en el reposo
agitada y feliz nuestra existencia,
hoy en el riesgo, en el festín mañana,
brinda a nuestra ansiedad delicias nuevas.
¿Quién describir pudiera nuestros goces?
¡Oh!, no eres tú, que la molicie enerva,
siervo de los deleites, que temblaras
de las montañas de olas en la incierta,
móvil cumbre; ni tú, noble orgulloso,
del hastío sumido en la indolencia,
a quien ya el sueño bienhechor no halaga,
a quien ya los placeres no deleitan.
EL CORSARIO, (1871)
A continuación, procederemos a realizar un breve análisis del fragmento leído, que, como ya hemos mencionado anteriormente, es uno de los ejemplos más evidentes de las características del romanticismo, explicadas en La poesía romántica.
En los versos de color rosa pálido, podemos ver que el poeta establece una identificación de su persona con la naturaleza (<<negro abismo>>, <<mar profunda>>, <<olas inquietas>>) Esta naturaleza indómita es un reflejo del alma y estado anímico del poeta, que se encuentra atormentado y confuso por no tener cabida en la compleja sociedad contemporánea.
Los versos señalados en color verde claro representan la vida y existencia del poeta, que se encuentra en constante conflicto con la realidad que le rodea. (<<Do blanda brisa halagadora expire,/do gruesas olas espumando inquietas/ su furor quiebren en inmóvil roca...>>)

A continuación, en los versos de color lila, percibimos un gran sentimiento de rebeldía frente a la vida. (<< todo se humilla a nuestra roja enseña>>, <<agitada y feliz nuestra existencia/ hoy en el riesgo, en el festín mañana>>) Esta actitud de rebeldía llevará al poeta a evadirse en el espacio y en el tiempo, a forma de protesta ante las injusticias sociales.
Finalmente, con los versos azules, podemos ver que los goces y deleites vitales conducen al poeta a aspirar a un mundo mejor, más libre y más bello. (<<¿Quién pudiera describir nuestros goces?>>, <<ni tú, noble orgulloso/ del hastío sumido en la indolencia/ a quien ya el sueño bienhechor no halaga, a quien ya los placeres no deleitan.>>).
Como podemos comprobar, el poema trata como tema principal el alma del hombre, es decir, el conflicto entre <<yo>> (creador, poeta y ser humano) y el mundo.
Bibliografía:
Wikipedia
Libro de texto
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/byron.htm
Buena entrada, Paula. Sólo hace falta que hipervincules la webgrafía.
ResponderEliminarNota: 9,4.
Gracias, me ayudó mucho :3
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