El guardián entre el centeno
“Si de verdad quieren que se los cuente, lo primero que probablemente querrán saber es dónde nací…”
En esta entrada
realizaremos un comentario de El guardián entre el centeno, obra escrita por el
estadounidense J. D. Salinger.
Biografía:
El escritor le quiere
dar a la novela el punto de vista de un adolescente, literalmente, ya que esta
escrito en primera persona, reflejando su manera de ser y enfrentándose a la
hipocresía del mundo adulto, es una obra en la cual abunda la ironía. El
guardián entre el centeno era tanto el libro más prohibido, por el
despojo de la expresión del personaje y la gran polémica que hubo, como el
segundo más estudiado como lectura obligatoria en los institutos
estadounidenses, es considerado un libro filosófico, debido a que es el mismo
protagonista quien lo cuenta y son sus propias reflexiones las que narra.
Jerome David Salinger
nació en Nueva York 1919, falleció a los 91 años en New Hampshire en 2010. Fue
un escritor estadounidense que empezó su carrera literaria en 1940, con la
publicación en diversas revistas de su país de relatos y piezas teatrales, que
había escrito durante una estancia en Europa. En 1942 se alistó en el ejército
y participó en diversas acciones bélicas, entre ellas el desembarco de Normandía.
Durante su época de combatiente inició la redacción de su obra más
conocida, El guardián entre el centeno, publicada en el año 1951, a
pesar de que podía haberla publicado 5 años antes, publicando una primera
división del libro, pero por algunas circunstancias, la publicó 5 años
más tarde, pero completa.
La obra:
El título de esta obra
hace referencia a una reflexión que el protagonista realiza en el libro sobre
la letra de una canción de Robert Bums, que trata sobre un cátcher, siendo
este alguien que evita que los niños caigan en el precipicio. Esto lo
reflexiona concretamente en este fragmento del la obra:
“(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo
de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande,
eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es
agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún
niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y
agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los
niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente
me gustaría ser. Reconozco que es una locura.”
La novela cuenta la
historia de Holden Caulfield,
un adolescente neoyorquino de 16 años que ha sido expulsado de su escuela en
Pensilvania, lo echan un miércoles y a sus padres no los llamaran hasta el
lunes, por ello decide irse a Nueva York. La historia está narrada en la voz
del protagonista, un joven que tiene malos resultados en sus estudios y quien
piensa que la mayoría de la gente es falsa, salvo algunas excepciones, como el
gran amor que siente hacia sus hermanos, de los cuales uno de ellos murió de
leucemia tres años atrás.
Estructura de la obra:
Planteamiento:
La historia que Holden
cuenta inicia en su presente, desde un hospital psiquiátrico, luego él hace un
recuento de los hechos que le llevaron ahí.
Nudo:
La historia ya tenía varios conflictos anteriores, pero en este
episodio de su vida su ira se desencadena por la pelea que tiene con su
compañero de cuarto, al saber que ha salido con una chica que a él le gustaba y
de alguna manera idealizaba. Aunque hay algunos momentos importantes que
desvelan importantes rasgos del personaje y de la historia:
o Cuando Holden tiene contacto con la prostituta y
decide no tener relaciones,
porque ahí se declara su rechazo a la pérdida de la inocencia.
o Al salir con su amiga Sally y le propone
huir, porque denota su deseo de escapar de la realidad.
o El momento en el que huye de la casa del
Señor Antolini, ya que empieza a reflexionar sobre sus acciones y su manera de
juzgar a las personas.
Desenlace:
Ocurre cuando Holden lleva a su hermana al carrusel, decide volver
a casa y la observa mientras ella sigue siendo una niña.
Intención de la obra y
fragmentos mas significativos:
La novela de J.D.
Salinger, a pesar de tener una pequeña trama introductoria es una novela de
personaje mayoritariamente compuesta por soliloquios del protagonista, Holden.
Encontramos de
antemano un personaje con algo más que defectos, se autodefine como un
mentiroso compulsivo, un pésimo estudiante, impulsivo, irracional e incluso
autodestructivo. El personaje refleja algunas de las mayores bajezas del
hombre.
Una de las escenas más
llamativas de la obra es en la que Holden contrata una prostituta. En dicho
fragmento, Holden no muestra mayor interés en la chica que el de mantener una
buena conversación, hablar con alguien, demostrándonos la soledad del
personaje, obligado a pagar por algo de conversación. Aquí se puede ver u
fragmento que lo demuestra:
“Se me acercó con una
expresión muy rara en la cara, como si no me creyera.
—¿Qué te pasa? —me dijo.
—No me pasa nada. —¡Jo! ¡No me estaba poniendo poco nervioso!—. Es sólo que me han operado hace poco.
—Sí, ¿eh? ¿De qué?
—Del... ¿cómo se llama? Del clavicordio.
—¿Sí? ¿Y qué es eso?
—¿El clavicordio? —le dije—. Verás, es como si fuera la espina dorsal. Está al final de la columna vertebral.
—¡Vaya! —me dijo—. ¡Qué mala suerte!
Luego se me sentó en las rodillas:
—Eres muy guapo —me dijo.
Me puse tan nervioso que seguí mintiendo como loco.
—Todavía no me he recuperado de la operación —le dije—Te pareces a un actor de cine. ¿Sabes cuál digo? ¿Cómo se llama?
—No lo sé —le dije. No había forma humana de que se levantara.
—Claro que lo sabes. Salía en una película de Melvin Douglas. El que hacía de hermano pequeño. El que se cae de la barca. Seguro que sabes cuál es.
—No. Voy al cine lo menos posible.
De pronto se puso a hacer unas cosas muy raras, unas groserías horrorosas.
—¿Te importaría dejarme en paz? —le dije—. No tengo ganas. Acabo de decírtelo[…]”
—¿Qué te pasa? —me dijo.
—No me pasa nada. —¡Jo! ¡No me estaba poniendo poco nervioso!—. Es sólo que me han operado hace poco.
—Sí, ¿eh? ¿De qué?
—Del... ¿cómo se llama? Del clavicordio.
—¿Sí? ¿Y qué es eso?
—¿El clavicordio? —le dije—. Verás, es como si fuera la espina dorsal. Está al final de la columna vertebral.
—¡Vaya! —me dijo—. ¡Qué mala suerte!
Luego se me sentó en las rodillas:
—Eres muy guapo —me dijo.
Me puse tan nervioso que seguí mintiendo como loco.
—Todavía no me he recuperado de la operación —le dije—Te pareces a un actor de cine. ¿Sabes cuál digo? ¿Cómo se llama?
—No lo sé —le dije. No había forma humana de que se levantara.
—Claro que lo sabes. Salía en una película de Melvin Douglas. El que hacía de hermano pequeño. El que se cae de la barca. Seguro que sabes cuál es.
—No. Voy al cine lo menos posible.
De pronto se puso a hacer unas cosas muy raras, unas groserías horrorosas.
—¿Te importaría dejarme en paz? —le dije—. No tengo ganas. Acabo de decírtelo[…]”
En una de sus
reflexiones el protagonista comenta las tres cosa que más odia: el
orgullo, la vanidad y la falsedad, esta última llama la atención debido a la
afirmación en el primer párrafo de la novela de su condición de mitómano. He
aquí dicho párrafo:
"Si de verdad les
interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací,
cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme
a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de
contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis
padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida
privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena
gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane. Además, no
crean que voy a contarles mi autobiografía con pelos y señales. Sólo voy a
hablarles de una cosa de locos que me pasó durante las Navidades pasadas, antes
de que me quedara tan débil que tuvieran que mandarme aquí a reponerme un poco.
A D.B. tampoco le he contado más, y eso que es mi hermano. Vive en
Hollywood(...)"
Se plantea tan solo en un par de párrafos uno de los problemas existenciales más recurrentes del hombre, el odio por uno mismo, desprecio y repulsión de la propia persona tal y como es, sabiéndose así y sin intención aparente de modificarlo.
El
libro fue considerado escandaloso cuando se público, a pesar de no hacer
demasiado de esto. Trataba a las claras temas como religión o sexualidad,
además de caracterizarse por un lenguaje claro, coloquial, con la que el autor
quiere hacernos sentir más cerca del personaje, acentuando en la mayoría de las
ocasiones las evidentes imperfecciones de Holden.
Conforme avanzan las
páginas de este libro, uno va reconociendo más en Holden los
impulsos más oscuros del hombre, reprimidos por nuestros propios prejuicios y
los que sentirán los demás, suprimiendo nuestros instintos más primarios por el
entorno en el que se desarrolla nuestra historia.
Encontrar, sin
embargo, una historia de una persona completamente indiferente al pensamiento
cívico, a las convenciones y a lo que sus personas más allegadas esperan de él,
nos hace replantearnos si este repulsivo personaje, con una historia dramática
y triste desarrollada a causa de sus propias y erróneas decisiones, no es más
libre que nosotros.
Bibliografía:
muy buena reseña del libro:
https://youtu.be/lzDH91iFstY
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/salinger.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/J._D._Salinger
El libro de lectura
Celia, una entrada verdaderamente magnífica.
ResponderEliminarNota: 8'75. Enhorabuena por tu entrada.